Pasando a divertirme un rato (Clary)

Después de cenar en los Ángeles, me fui a una discoteca que había en Nueva York. No me costó entrar. No bebí nada por si acaso, pero estuve bailando con muchos chicos y me lo estaba pasando genial cuando de prontó me chocqué con una chica. Me viré-Lo siento, no estaba antenta-me disculpé.

- No te preocupes... - sonreí.

Off: Me tengo que ir, byee (L)

La miré, era mona. Delgada, pelirroja, plana y bajita. Pensé que sería una mundana, pero quién sabe.

La miré curiosa por como me miraba ella a mi. Suspiré. Seguramente estaba pensando que estaba horrible, pero era cierto...

-¿Cómo te llamas?-pregunté por entablar conversación

- Clary... - susurré, timida. - ¿Y tu?

Fingí no haber escuchado su pregunta por el volúmen de la música-Encantada Clary-dije sonriendo-¿Vienes sola?

- ah, si... - respondí, buscando con la mirada a Simon o a Jace. Quizá estaban alli... pero seguramente no.

-¿No tienes novio?-pregunté algo extrañada. Era guapa.

- Aah... si... si tengo... - susurré. - Se llama Jace... - sonreí, timida. - ¿Y tu?

Escuché el nombre de su novio. Yo también cocnocía a un Jace-Em... no. Yo pienso que el amor es una mierda. Amar es destruir y ser amado es ser destruido-le dije mirándola-Ésa es mi frase-me encogí de hombros.

Le miré sorprendida, con los ojos abiertos como platos.
- ¿Quien... quien te ha dicho eso? - pregunté, en un pequeño susurro. Jace pensaba así... Suspiré.

-Nadie-me encogí de hombros-Yo solita he llegado a esa conclusión. Aunque hoy conocí a un chico que pensaba lo mismo.-dije mirando a la nada-Se llamaba Jace. Igual que tu novio-dije sonriendo y volviendo la vista hacia ella.

- Era mi novio... - mascullé. - ¿Dónde le conociste? - ahora la miraba desconfiada.

-Hey! No me mires así. Ni que te lo hubiese robado-le dije de mala manera.

Puse los ojos en blanco y di media vuelta, con intención de marcharme.

-Adiós Clary-estaba segura de que era una de mi especie-Ya nos veremos en el instituto después...-yo también di media vuelta agarré a un chico y me puse a bailar con él.

¿Qué maldiciones había dicho?
- ¿Que acabas de decir? - dije, separandola del chico. - Perdona, pero no creo que Jace... te haya aceptado en el Instituto... - ¿Y si de verdad lo habia hecho? - ¿Eres nephilim? - pregunté, incredúla.

Sonreí satisfecha cuando volví a captar su atención-Pues vaya... veo que piensas mal. Me ha aceptado en el instituto-me encogí de hombros-Hoy mismo-reí cuando me hizo aquella pregunta-Pues claro que sí. ¿No es obvio?-era un pregunta retórica.

Puse los ojos en blanco.
- No creo que Jace... - luego me callé. A veces ese muchacho me sorprendía - Bueno, déjalo... - suspiré, resignada.

Vi su reacción. Parecía algo incómoda-Tranquila, no me quedaré mucho-le aseguré.

- Pues me alegro - dije. Vale, eso no era digno de mi. ¿Pero que le iba a hacer?

Me quedé mirándola. ¿Se alegraba?-Vaya... ¿Tan mal te caigo?-alzé una ceja. Juraría que había sido simpática.

Desvié mi mirada al suelo.
- Disculpame, no se que me pasa hoy - murmuré, rechinando los dientes.

Dejé de bailar y la observé. Era un poco... rara. Tras pensarlo unos segundos decidí dejarlo pasar, cualquiera puede tener un mal día. Por su cara suspuse que no se lo estaría pasando bien y yo estaba algo aburrida. Ninguno de los chicos que estaban en aquel local había sido capaz de llevar mi ritmo durante más de cinco minutos.
-¿Quieres que vallamos al instituto?-propuse. Ya era tarde y mañana quería madrugar.