PASEO NOCTURNO (libre)

Estaba andando por las calles de Nueva York, sin ir a ningun lugar en concreto. Decidí pasear de noche, porque hacia tiempo que no veia la ciudad inactiva. Necesitaba tranquilidad despues de todo lo que habia pasado... Iba sola por un callejon, cuando divisé una sombra al final de la calle. Maldecia en voz baja. No me atreví a acercarme mas.

Al llegar a la esquina de la calle, ví una sombra al final del callejón. Me preguntaba quién o qué era. Si era un demonio devía matarlo, así que me acerqué lentamente, hasta quedar parada debajo de una farola.

La sombra se acercó lentamente y gracias a la luz de una farola, le vi el rostro. Era una muchacha rubia, almenos aparentemente. Recordé al chico de cabello azul del pandemonium. Quiza no era una muchahca normal y corriente, depues de todo. Me giré y eché a correr, mas valia que no me siguiera.

Ví que echaba a correr, por la ondulación de su pelo en el aire, sabía que era una chica. No podía dejarla huír, no debía.
-¡Hey! ¡Espera! -Corrí tras ella.

Decidí parar de correr y confiar en que aquella chica no fuese un demonio o algo peor. Paré en seco y me giré para encararla. Ahora las dos estabamos bajo una farola y conseguí verla mejor. No parecia mala... le vi una pequeña cicatriz en la palma de la mano.
- ¿Eres una nephilim? - pregunté. No deberia estar asustada, pero lo estaba. Yo no tenia casi cicatrices, ¿como iba a convencerla de que no era humana o peor... de que no era un demonio?

-Sí soy Nephilim -seguía en guardia, no me fíaba nada de esa chica.

- Y... ¿Que estas haciendo en nueva york, si se puede saber? - dije. Iba a informarle de que ya habia un instituto cerca, pero tenia pinta de saberlo. ¿Que o a quien estaria buscando? Yo aun seguia rigida.

-Hace bastante tiempo que vivo aquí... Y hago mi trabajo, mi trabajo como Cazador de Sombras -bajé un poco la guardía. Parecía inofensiva.

-Ya... tu trabajo, eh... - susurré, como para mi misma. Seguia sin infundarme demasiada confianza. - ¿Que buscabas? Quiero decir que... parecia que buscases algo. Y no era exactamente un demonio... ¿no es asi? - esperaba con toda mi alma que me dijera de una vez que era exactamente lo que hacia allí.

-Eso a ti no te incumbe, mundana -me volteé con la intención de irme.

- Mundana, eh - reí. Parecia arrogante, pero no peligrosa. Almenos no para mi. - No soy ninguna mundana. Soy nephilim, al igual que tu. ¿De donde te pensabas que puedo verte? Una humana normal y corriente, no te hubiera visto. Llevas un glamour encima, lo noto. Ahora dime que buscabas.

Aquella conversacion me estaba volviendo loca. Estaba desesperada.

Notaba que se estaba desesperando, sobretodo por su noto de voz. Sonreí, rindiéndome. Había cedido a decirle a quién buscaba.
-Busco a un chico alto, cabello moreno y lleva gafas. Se hace llamar Simon Lewis. Perdí el contacto con él desde hace un tiempo.

- ¿S-simon? - tartamudeé. No me lo podia creer. Bajé la guardia, ya no estaba rigida. Asi que era amiga de Simon, eh... ¿Sabia él que era nephilim? No lo creo - Mi nombre es Clary. ¿Como te llamas? - sonreí.

Sonreí. Parecía que le conocía.
-Bella, Bella Heartley -me quedé callada unos momentos-. Así que conoces a Simon, ¿Cierto?

- Si, cierto. Le conozco - dije - Es mi mejor amigo - lo dije bien claro, para que se le metiera en el cerebro, si es que tenia. - ¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito. Y asi me cuentas de que le conoces, ¿que te parece?

Me quedé pensativa unos instantes. Simon era amigo de ésta chica, Clary. Desde aquél accidente, sólamente recuerdo a Lewis. Sólamente recuerdo que era amigo mío cuando vivia en Brooklyn, pero nunca había visto a Clary. O tal vez si..
-Está bien -me adelanté en busca de algún bar que estuviera abierto a altas horas de la mañana-. Si conoces algún bar que abra a las dos de la mañana podrías decírmelo, nada mas para saberlo -sonreí incrédula.

- Conozco un club. - dije, divertida - Se llama Pondemonium.

-Pues adelantate, te sigo -sonreí forzadamente. No tenía nada mejor que hacer.