Recién llegada (Jace)

Acababa de llegar a Nueva York. Serían las 10 de la mañana, no más. Porfin encontré el instituto de aquel lugar. Fui a pedir permiso para entrar pero la puerta estaba entreabrieta por lo que me ahorré el trabajo. Divisé un ascensor al cual me dirigí. Pulsé el botón y por si las moscas cogí un cuchillo serafín para defenderme si tenía que hacerlo. Por suerte, el ascensor estaba vacío. Subí a la planta de arriba y cuando las puertas se abrieron me encontré con un chico.

Alguien habia tomado el ascensor desde abajo, asi que me dirigí a la puerta con mi cuchillo serafín en la mano y esperé a ver quien era. Todos estabamos ya en El Instituto, asi que no sería alguien conocido, eso lo daba por sentado. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, una chica de pelo negro apareció dentro con su propio cuchillo serafín en la mano, empuñandolo por si acaso. Me la quedé mirando pestañeando levemente.
- ¿Quien demonios eres tu? - le pregunté, sorprendido.
Ya eran dos extrañas en el mismo lugar y el mismo dia.

El chico se quedó mirándome también empuñaba un cuchillo serafín asique me puse alerta por si teníamos que pelear-¿Acaso te importa?-le contesté de mala manera y antes de que le diera tiempo a responderme salí del ascensor y comenzé a caminar hacia la biblioteca olvidandome por completo de él. Al parecer, este instituto era igual que el otro.

- ¿A donde crees que vas? Que seas una nephilim y que este Instituto dé estancia a otros cazadores de sombras no significa que no te pueda echar si me da la gana! - grité a sus espaldas. - Necesito que me digas tu nombre, apellido y de donde vienes. Tengo que mirar quien eres en los informes de la Clave, porque si eres una fugitiva ya te estas largando de aqui.

Le escuché mientras seguía caminando. Cuando dijo de buscarme en los informes de la clave me paré en seco, di media vuelta y le miré-No aparezco en los archivos de la clave-le informé-Qué pena-dije sarcástica.

Era arrogante. Eso me gustaba...
- Bueno... pues como iba diciendo... Necesito un nombre. - Dije, arrinconandola contra la pared. Las manos inmovilizadas, asi no podria intentar nada con el cuchillo serafín. - Lo diré una vez mas... Y solo una... ¿Nombre?

El chico me arrinconó contra la pared y me sujetó sólo las manos. Me quedaban las piernas. Preguntó por mi nombre-Valla, ¿tanto deseas saber mi nombre?-pregunté sonriendo picaramente dejando entrever que "supuestamente" yo le gustaba. Sin previo aviso le dí un rodillazo en su entrepierna y aproveché cuando me soltó por el dolor para darle una patada suave y dejarle en el suelo-¿Y qué me harás si no te lo digo? ¿Llorarme?-le dije con diversión. Después seguí mi camino corriendo, era fuerte, no tardaría en levantarse.

Salí corriendo detras de ella, hasta que la alcancé. Pasabamos por delante de mi cuarto y la empujé dentro. Cerré la puerta con el pie y me tiré encima de ella, para que no saliera corriendo otra vez. Me coloqué encima de ella para tenerla inmovilizada por completo.
- Te dije que solo lo preguntaria una vez mas... - sonreí. - ¿Ahora que harás, princesa?

Aquello me pilló por sorpresa, estaría más atenta la próxima vez. Sólo pude sonreír. Cuando se tiró encima mía la sonrisa desapareció. Me gustaba mi espacio vital. Y mucho-Oye, tu estás un poco obsesionado ¿no crees?-dije haciendole rodar para poder sentarme mientras le decía-Tranquilo, simplemente quiero espacio-dije para que me dejara-Oye, tú no eres un adulto. No puedes obligarme a darte mis datos ¿entendido?-dije para dejar las cosas claras-Ahora-le miré-con o sin tu permiso, iré a la biblioteca-me levanté despacio, por si le daba por volver a agarrarme.

Me levanté deprisa y me puse delante de la puerta, impidiendole salir.
- Vale... volveré a comenzar... ¿Me dice su nombre señorita? - bromeé.

Suspiré y puse los brazos en jarras mientras pasaba todo el peso a una sola pierna-Sinforosa-dije riendome. No sabía mentir-¿Y su nombre? ¿Señorito?-dije imitándole.

- Pues yo me llamo Rey del Instituto - dije, en tono serio - No te fastidia... - susurré, para mi mismo.
Encendí la luz y le vi el rostro. Era increiblemente bella, con su pelo negro cayendole por encima de los hombros, libre... Esos ojos penetrantes y oscuros...
- Ahora enserio... Soy Jace. - sonreí.

Cuando encendió la luz se quedó mirándome raro... El chico era guapo, ahora con la luz encendida le veía mejor. Se presentó-Yo soy Wanda-dije sonriendo, hablando porfin en serio.

- Bueno... y... ¿me vas a decir ahora por que estas aqui? - pregunté - Ahora mismo no hay ningun adulto en el establecimiento, asi que me han dejado al cargo. De mi depende dejarte quedarte o echarte. - intenté parecer serio, pero no pude evitar reír. - Convenceme

Sonreí-Al final te vas a salir con la tuya ¿eh?-me senté en la cama sin invitación alguna-Mi instituto se ha quedado sin agua y luz. He venido aquí a pedir ayuda. Tranquilo. En cuanto consiga lo que quiero me iré-aseguré.

- Sin agua y sin luz ¿eh? - me coloqué enfrente de ella y arrugué la nariz - Si que necesitas una ducha - bromeé. Enrealidad olia muy bien. Violetas, me dije.

Le di un golpe en el hombro por su comentario-No seas estúpido-miré su habitación. Estaba muy vacía, no había muestras de gustos. Más o menos como la mía. Pero claro, yo no tenía cosas para poner.

- ¿Que miras? Es mi espacio personal - comenté, divertido.

Le miré cuando me habló-Oh, perdona. Que yo recuerde fuistes tu quien me metió en "tu espacio personal" por la fuerza-dije divertida mientras cambiaba de posición en la cama.

- Enrealidad... tu te lo has buscado. - reí. - ¿Cuantos años tienes? Esque hay tantas arrugas en tu cara que no condigo descifrar tu edad - tenia que seguir con mi tono arrogante, pero claro que no tenia arrugas, tenia la piel recta... Sin ningun desperfecto. Limpia. Era hermosa. Pensé en Clary... Ya casi no me hacia caso... Quizá Wanda, seria una forma de divertirme cuando no tenia nada que hacer. Además ella estaba preparada para cualquier misión.

No me tomé a mal su comentario, no permitiría darle la satisfracción de ofenderme-815-dije fingiendo orgullo de la cifra-¿Y tu? ¿Renacuajo?-pregunté divertida.

- 813 - sonreí - Que pena... Siempre seré mas joven que tu. Ademas, para tener esta edad, me conservo bien. ¿Tu que crees?

-Si te conservas es porque te has operado-aseguré sonriendo. Me caía bien este chico-Tengo 14-dije alfinal. El sería mayor que yo, seguro. Si le habían dejado al cargo del instituto.

- Yo 17 - dije... ¿sorprendido? Creia que era de mi edad. Era tan segura de si misma, que me habia confundido. A mi, a Jace Wayland. - Se han cambiado las tornas, tu siempre serás menos que yo, aunque... peor conservada - le miré a los ojos. Queria saber mas de ella.

Asique 17... Lo que había pensado, suficientemente mayor como para ocuparse del Insituto-Da igual que esté peor conservada que tu, viviré más-dije para picarle. Volvió a quedarse mirandome raro... ¿a este qué le pasaba?